Por: Waldo Vargas Reyes

El 11 de octubre de 1980, la expresidenta Lidia Gueiler Tejada, instituyó por DS 17081, el “Día de la Mujer Boliviana”, como homenaje y reconocimiento a su labor en pro de la igualdad de género, escritora, maestra y luchadora social ADELA ZAMUDIO.

A partir de esta fecha, todas las bolivianas y bolivianos, reconocen el esfuerzo y dedicación de la mujer, su aporte en la familia y la sociedad; aunque claro, es bueno también recordar que allá por 1969 el ex presidente René Barrientos, llamado “el General del pueblo”, rindió homenaje a la Mujer Boliviana, entregando la medalla de Oro a Nora Siles, médica voluntaria que creó el hospital para leprosos en la localidad de Los Negros. A la vez, se instituyó un día de la mujer, que fue olvidado con el tiempo.

En estos homenajes, sin embargo, pocos reparan en la figura de la poetisa Adela Zamudio, inspiradora de este aniversario. Esta maestra cochabambina, además de su pasión por la poesía fue una luchadora inclaudicable por los derechos de la mujer. Por eso se la considera como la pionera del feminismo en Bolivia.

De ahí que, la mujer de hoy, después de gambetear a los problemas económicos, sociales, políticos, culturales y a la COVID 19, tiene mucho más que ofrecer, tiene más motivos para destacar, para triunfar y para alcanzar nuevas metas, porque nos demuestran día a día su perseverancia en los momentos difíciles, dedican el tiempo con calidad y calidez para cuidar su salud, su familia, su dignidad y su mente.

Con todo este conocimiento y confianza en ellas mismas, las mujeres de ahora son profesionales y trabajadoras en saber qué necesitan, cuándo lo necesitan y por qué lo necesitan, rompiendo así, viejos estereotipos banales. Por eso que se dice, que son las maestras del tiempo, porque aprovechan cada día al máximo para el bien de su familia y el bien común.

Por todo ello, desde estas líneas y de pie, nuestro reconocimiento a todas ellas esté donde estén, en el año de la revolución cultural para la despatriarcalización: por una vida libre de violencia contra las mujeres.

Pueblos del sur, 11 de octubre de 2022

Se entiende por Despatriarcalización al proceso histórico, político y cultural, al camino individual y colectivo orientado a generar un cambio en la forma de pensar y actuar frente a las opresiones coloniales, capitalistas, neoliberales, sobre mujeres, hombres y la Madre Tierra, construidas históricamente sobre los cuerpos de las mujeres; para crear relaciones recíprocas, armónicas, sin violencia, explotación, exclusión ni discriminación entre las personas, de las personas con la Madre Tierra y entre comunidad. Art 3 DS 4650.